El
IFG puede determinarse inyectando inulina en el plasma sanguíneo.Como la inulina no es reabsorbida ni secretada por el
sistema de túbulos después de haber sido filtrada a nivel glomerular, su ritmo
de excreción es directamente proporcional al índice de filtración de agua y
solutos a través del glomérulo.Aunque
en la mayoría de los casos la inulina resulta inocua, posee un pequeño riesgo
de desencadenar una reacción alérgica. Además siempre existe el riesgo
contaminación durante la manipulación, lo que sumado al hecho de aplicarse en
general sobre pacientes con un cierto grado de compromiso renal, añade riesgos
que no son compensados por la exactitud de la técnica.
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